lunes, 4 de mayo de 2009

DE ARMADURAS Y VULNERABILIDAD

Pero yo sé curarme las heridas aprendí a andar en un suelo cubierto de canicas..." (Ella baila sola)

Ahora mismo miro hacia delante y sólo veo canicas. No les tengo miedo, ni siquiera tengo miedo al dolor que las caídas me van a hacer.Sin embargo, a ratos sigo sintiéndome vulnerable y sé q quizás esto no sucedería si me hubiera colocado la armadura. Hace tiempo que sé q es cuestión de elegir, o el caparazón o la vulnerabilidad. Conozco la armadura, la he llevado puesta demasiado tiempo, a veces sabiéndolo, otras inconscientemente y sinceramente, como máscara es la mejor, pero Absurda... la vulnerabilidad duele, pero hace tiempo también que me atreví a ponerme frente a frente a ella y mirarla a los ojos, sin miedo.Y salgo a la calle en mi propia piel, sin la armadura y duele mirar al sol, y hace frío sin protección, pero voy ligera de equipaje porq las armaduras protegen, pero llega un momento en q pesan y la gente que merece la pena acaba cansándose de no poder verte los ojos, ni la cara, sino una máscara de metal hecha a medida. No quiero armaduras q me protejan de vivir, q frenen las caídas si el precio q tengo q pagar es vivir sin q me dé la luz del sol, sin sentir ni frío ni calor y sin q la gente pueda mirarme a unos ojos q son pura expresividad y q gritan desde mis entrañas todo lo q siento. El dolor ya no me da miedo, aunq sepa q soy vulnerable pero me siento viva y esta sensación no la puede igualar ninguna armadura del mundo. No quiero armaduras q me protejan de vivir, no quiero pagar un precio tan alto si renunciar a sufrir significa renunciar a amar con toda el alma, a sentir, a descubrir... La cuestión es hasta q punto uno es consciente de la armadura q lleva, si niega q la lleva, o si ni siquiera lo sabe. Yo llené una maleta de sueños y me embarqué en una aventura para evadirme de la mía, de la armadura q me protegía de abrir mi corazón despedazado. Y descubrí q la había perdido una vez más, q no sirvo para cargar con el peso de una máscara, q prefiero el dolor a la mentira, q prefiero apostar sabiendo q puedo perder a quedarme eternamente mirando la vida pasar, mientras el tiempo me vive a mí en vez de vivirlo yo. Hacer o no hacer??? Aunque no hagas nada o huyas, también es una decisión porque el tiempo es un arma de doble filo q sigue corriendo siempre hacia delante y no espera por ti.

Quiero decidir, y no quiero llevar una armadura, cada cual tiene la suya, la mía es la pose de estar siempre por encima de todo, de q nada me afecta, de q soy fuerte, de que ni siento ni padezco, de q soy inalcanzable... Cómo dice una de mis canciones favoritas:" mírame... me marché, y mi corazón quedó atrás, lo q ves es sólo un papel q representar, dime a quien puedo engañar..." No sé si engaño a alguien, pero a mí misma no puedo y aunq soy fuerte, no puedo vivir siempre de cara a la galería representando el papel de q puedo con todo porq no es cierto. La armadura... siempre la armadura. Alguien consiguió hace unos meses traspasar un poquito mi armadura, abrí una rendija para q entrara luz y se coló todo el Sol de la mañana, fui capaz de besar sin pensar qué estaba haciendo, fui capaz de dejarme a mí misma ser un poquito más feliz después de tanto dolor y la armadura se reblandeció. Ahora estoy aquí, sin armadura, y sintiendo de nuevo vulnerabilidad, sintiendo tristeza y dolor y sintiendo miles de cosas a la vez sin poder explicarlas, pero lo más bonito es q he sentido "algo" por alguien, y q no tengo miedo de sentir lo q siento y de decir lo q siento (no en vano soy una valiente y lo llevo tatuado en mi cuerpo), y pase lo q pase, no me importa... ya me he quitado la armadura.

Hola a todas y a todos, esto lo escribí hace 4 años y pico... cuando conocí a una persona... Una persona que llegó en un momento "en que no debía" (porq nunca es el momento), una persona que llegó en un momento "muy complicado para mi" (a veces siempre es complicado)... en fin, una persona que llegó cuando tuvo que llegar... como si los momentos se eligieran, como si el amor fuera un acto de voluntad. Yo por mí no hubiera tenido novio nunca, ya ves... pero llegó ÉL. Me arriesgué y aposté por lo que terminó empezando, pese a que me resistí como una jabata, pero cuando alguien te ha llegado acabas metida hasta el cuello. Es cierto, tenía una armadura, me duele reconocer que lo negaba pero la tenía. Alguien me ha comentado que a veces hay gente que tiene miedo de acercarse y se escudan en que tienes una armadura. A veces puede ser verdad que no la lleves pero a veces tenemos que tener el suficiente valor de reconocer que la llevamos y que se nos ha enquistado... os animo a que seais valientes y hagamos una quema pública de armaduras... que enseñemos todo lo que tenemos dentro, que seamos vulnerables porq es lo único que nos va a hacer sentirnos vivos.

PD: Esa persona sigue en mi vida... llevamos 4 años y pico y vivimos juntos. Le quiero y a día de hoy le pido a la vida levantarme cada mañana a su lado y poder envejecer junto a él. Ha conseguido convertir a una ferviente convencida de que la soltería es lo mejor en una ferviente convencida de que cuando te enamoras, esa persona es mejor que la soltería ¿O no? Besos violetas

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por esos 4 años y pico. Yo llevo 2 y medio con mi Geiperman y superé el miedo al compromiso y aprendí lo que es querer de verdad y que te quieran.
    Un beso enorme. Gracias por pasarte por mi blog. Nos vemos por aquí!

    ResponderEliminar
  2. Hola..
    Soy Angi, encontré tu Blog por casualidad y me encantó lo que escribiste.Me sentí muy identificada con tus palabras, toda mi vida he tenido puesta una armadura..Creí que así nadie me lastimaría, pero no dejaba salir a mi verdadero ser y eso me estaba afectando demasiado..Todavía no rompí totalmente esa armadura pero en eso estoy..
    Gracias..y feliz vida..

    ResponderEliminar