CHRISTINE DE PIZAN, UNA MUJER EXCEPCIONAL

Cuando estudiaba en la Universidad aprendí muchas cosas valiosas, de esa época recuerdo especialmente a dos profesores que me enseñaron dos cosas importantes que a día de hoy me sirven mucho. La primera es que quien olvida el pasado está condenado/a a repetirlo, la segunda es que la Historia la escriben los vencedores... nada más cierto que eso y yo como mujer cada vez soy más consciente de esa verdad.

Nunca nos hablaron de escritoras, pintoras, escultoras, poetisas... si alguna curiosa como yo se atrevía a hacer la pregunta clave la respuesta era siempre la misma, pues es porque no hay ninguna mujer que haya hecho nada semejante. Era, cuanto menos, fuerte la respuesta... ¿Nosotras no somos capaces de hacer ninguna obra maestra? En todo caso ser musas inspiradoras... ¿No nos conformamos con eso? Yo nunca pensé que me conformaba con eso, realmente nunca me conformé con casi nada. Dice mi madre que terca desde pequeña y conciencia de MUJER desde pequeña, nunca entendía porq los niños podían hacer cosas que nosotras no. MI conciencia feminista por tanto se gestó en tiempos que ni soy capaz de recordar y siempre me preguntaba eso... ¿Dónde están las mujeres en todas las historias que me cuentan? Otro día hablaré de la Revolución Francesa, que fue realmente donde se gestó la semilla de todo pero hoy quiero hablar de una mujer realmente excepcional porq sí hubo mujeres creadoras, sí hubo mujeres que desafiaron las reglas, sí las hubo y las feministas están realizando un trabajo de recuperación biográfica e historiográfica que simplemente responde al hecho del resarcimiento histórico que muchas de estas mujeres merecen, ya que fueron cubiertas con el polvo de la memoria y el desprecio hacia su obra o su forma de vida.

Christine de Pizan es una mujer absolutamente inusual para su época, estamos hablando del siglo XIV. Nació en Venecia en 1364 y con tan sólo 4 años su familia se traslada a Francia, donde vivió hasta su muerte. Es la primera mujer escritora reconocida, dotada de una gran capacidad polémica, lo que le permitió terciar en muchos debates, roturando un terreno que transitarían después las Humanistas. Su padre fue llamado a la corte del rey Carlos V de Francia, lo cual le permitió tener acceso a la Biblioteca de palacio y a una educación que estaba vetada a las mujeres de su época. Al cabo de diez años de matrimonio con el secretario de la corte, Étienne du Castel, enviudó a la edad de 25 años y quedó al cargo de 3 hijos menores de edad, su madre anciana y una sobrina sin recursos. A partir de entonces, consiguió mantener a su familia (tres hijos) gracias a sus escritos. Pasó varios años pleiteando para recuperar su herencia. Sus primeros poemas, baladas de amores perdidos, transmitían la tristeza de su prematura viudedad, y se hicieron populares de inmediato.

Su obra cumbre sería La Ciudad de las damas, en la cual reflexiona sobre como sería una ciudad precisamente de damas, donde no habría guerras ni caos. Christine asegura que esta obra mació tras hacerse una serie de preguntas clave. Relata en el primer capítulo como ojeando un libro muy ofensivo contras las mujeres se puso a pensar cuales serían las razones que llevan a tantos hombres a vituperar a las mujeres, criticándolas de palbra, así como en escritos y tratados. No es que fuera un texto o dos, sino que enconetró que no había un sólo texto exento de misoginia. Al contrario, si creyeramos a esos autores la mujer sería una vasija que contiene en sí todos los vicios y males de la humanidad. Christine decide escribir La ciudad de las damas y en ella defiende la imagen positiva del cuerpo femenino, algo insólito en su época y asegura que otra hubiese sido la historia de las mujeres si no hubiesen sido educadas por hombres. Sorprendentemente encontramos en sus páginas estas palabras: " Huid damas mías, huid del insensato amor con que os apremian, huid de la enloquecida pasión, que terminan en prejuicio vuestro"

En sus libros trató todo tipos de temas, los hay políticos, de instrucción civil, moral, civil y jurídica e históricos. Cristine abordó temas como la violación o el acceso de las mujeres al conocimiento . Ya en su época se la consideró como la primera mujer que se atrevió a rebatir los argumentos misóginos de defensa de los derechos de las mujeres. De Pizan murió a los 76 años y su Ciudad de las Damas fue atribuida a Bocaccio hasta 1786 cuando otra mujer recuperó para Christine la autoría de su libro. Que no se os olvide ya nunca más el nombre de esta mujer, fue la primera escritora profesional de la historia.