domingo, 19 de abril de 2009

CUENTOS DE AMOR

Los cuentos, ya lo dice su nombre, son cuentos.
Sobre todo los del príncipe azul, los de una persona que sólo vive para morirse por nosotras, demasiado azúcar, demasiado irreal. Los cuentos terminan cuando empieza la convivencia, para evitar contarnos esa historia de los cacharros en el fregadero, el mal aliento mañanero, los malos días en el trabajo que pagas con quien más quieres, los problemas familiares, el no llegar a fin de mes...Realmente si supiera que una persona sólo vive para mí le pegaría una patada en el trasero para que espabilara, primero porque está perdiendo su tiempo y su vida y segundo, porque me parece injusto que alguien te cargue en los hombros la responsabilidad sobre su vida. Me parece un chantaje barato que alguien te haga creer que si no estas se morirá, que sin ti no es nadie porq eso, aparte de triste es mentira y es chantaje. Prefiero pensar que quien está mi lado sigue ahí porq ha decidido libremente estar, porq tiene la puerta abierta para hacerlo, porq nadie le obliga ni le chantajea con morirse, porq quiere... porq el día que decida que no quiere estar a mi lado o que se acabó puede irse. Al fin y al cabo, quien quiere irse se va, con chantaje o sin él, con melodramas o sin ellos, la diferencia es el daño que se hace y te hacen cuando obligas a una persona a tirar la puerta de una patada en vez de abrirla.No creo en los cuentos, ni los quiero. El amor no es chantaje, ni renuncia, ni azúcar, ni mentira, ni un moriria sin ti. El amor que conozco es más real, con cacharros en el fregadero, con la realidad de que la otra persona es distinta a ti... y también con menos azucar pero con complicidad, cariño, apoyo. No quiero flores, ni regalos, ni te quiero cada cuarto de hora, quiero miradas cómplices, quiero un lenguaje que sólo entienden dos con mirarse, quiero una historia común construida a diario, quiero que alguien sepa que no me gusta la cebolla y me encanta el queso, que sepa que uso calcetines de colores y que lloro cuando me encorajo y cuando soy feliz, que cuando oigo un cuento me quedo embobada, que tengo la tension baja y que la primavera me trae astenia, que estornudo por las mañanas... Eso es lo que quiero, el azúcar para los pasteles.

4 comentarios:

  1. yo también prefiero una persona real, de verdad, sin azúcar

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  2. La encontrarás, estás en el camino. Te digo por experiencia y tú lo sabes porq me conoces de muchos años que primero hay quererse a una misma, conocerse y tener una vida interior GRANDE, llena, estar llena de una misma para poder hacerle un sitio a otra persona en tu vida. No se puede buscar a una persona para que llene nuestros huecos, los tenemos que llenar nosotras mismas y sólo así estaremos preparadas para amar a alguien y dejar que nos amen. El problema de llenar nuestros huecos sola es que es doloroso a veces y cansado y a veces aparecen personas y estamos tentadas de dejarlo todo como está, y dejarlo todo a medio hacer... después eso no puede funcionar porq para que una casa no se caiga debe tener unos cimientos fuertes. Leí el otro día en el libro de una famosa Coaching personal esta frase: No confundamos compatibilidad con enamorarse. No te conformes con menos de ti, tú ya has llenado tus huecos, tienes una vida interior maravillosa y creo que estás lista para amar y que te amen de forma sana y con azúcar sí, pero demasiado no, que da diabetes jajaja. Ya sabes... cuando la persona está preparada es cuando le pasan las cosas. A mí me pasó, después de mucho trabajo interior, de estar sola, de conocerme, de llenarme mis huecos apareció... y no necesité que llenaran mis huecos, sólo que me diera la mano para caminar juntos... hasta hoy (Y van 4 años y pico)

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  3. Lo primero es estar contento con uno mismo y enamorado de la vida. El amor es algo muy importante que nos complementa pero hay muchísimo más con lo que ser feliz... todas esas pequeñas cosas que nos rodean.
    ¿Qué es el amor entonces? pues es entender y comprender a esa persona que quieres, estar en los buenos como en los malos momentos junto a ella, una sonrisa, una mirada, ser complices, despertarte y tenerlo a tu lado y quedarte mirándolo mientras duerme, sorprenderlo con algo cuando menos lo espera... y tantos y tantos pequeños detalles que podríamos seguir enumerando. Eso es verdadero amor y no está escrito en ningún cuento, son los impulsos que dicta un corazón cuando está enamorado y es correspondido. En ese momento es el mejor sentimiento que hay en el mundo.

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  4. Eres una mujer sabia, Lilith. Yo quiero lo mismo que tú. Yo misma no podría haber descrito mejor mis propios sentimientos de lo que tú lo has hecho. Un abrazo muy fuerte.

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